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Energía renovada en Longines tras su 175º aniversario

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marzo 2008


Por Pierre Maillard

Longines cumple en 2008 sus 175 años en la relojería. Celebra el pasado pero mira al futuro, un futuro que se perfila claramente de signo deportivo.

No entraremos en detalles sobre la extensa historia de Longines, cuyos inicios en la relojería se remontan a 1832 cuando Auguste Agassiz abrió su taller de relojes. Le sucedió su sobrino, Ernest Francillon quien, en 1867, decidió trasladar la pequeña empresa a un lugar llamado Les Longines, en el valle del Suze. Los 175 años de historia de la marca han dado para mucho, pero siempre han estado marcados por un constante empeño industrial en el arte de la relojería. La construcción y fabricación de calibres y movimientos compone el núcleo central de la historia de Longines. Todo aparece bien documentado en el voluminoso libro publicado con ocasión de este aniversario y titulado En el centro de una vocación industrial – Movimientos de reloj Longines (1932-2007) – Tradición, sabiduría, innovación… escrito por un joven historiador, Patrick Linder, de la Universidad de Neuchâtel. Recorriendo las más de 600 páginas del volumen, descubrimos las sucesivas fases de la organización y racionalización de la producción de relojes de la marca. La tradición industrial de Longines, como contrapunto al enfoque más artesanal de las empresas del valle de Joux, está explicada y descrita con todo lujo de detalles.

Energía renovada en Longines tras su 175º aniversario El legendario 20H

El calibre 20H fue el primer cronógrafo simple fabricado por Longines en 1878. Se trata de un cronógrafo monopulsador con una manecilla central de segundos que se embraga al movimiento con una pulsación de la corona. Una segunda pulsación detiene la manecilla y una tercera presión retorna la manecilla a cero.

Creciendo en volumen

Es esta vocación verdaderamente industrial, refrendada por la creación de más de 500 calibres, lo que permite a Nick Hayek Jr. hablar alto y claro diciendo que “el futuro de Longines está en el volumen, con buen diseño, buen precio y buena calidad. En el futuro no va a ascender en el mercado, encareciéndose”. Durante las celebraciones del aniversario, Nick Hayek Jr. contó con la presencia de un eufórico Walter von Kaenel, Director General de Longines, quien habló no tanto del pasado de la marca como lo hizo de su futuro, que no dudó en calificar de muy brillante.“Longines es una de las marcas que más rápidamente está creciendo en el Grupo Swatch. Pronto será la tercera más grande del Grupo.” Incidiendo sobre este punto, von Kaenel afirmó que Longines tenía “el potencial para alcanzar los 620 millones de de cifra de negocio en los próximos tres ejercicios “, (comparado con los 370 millones de euros actuales, los mismos que Breguet y Tissot pero detrás de Swatch y Omega, el número uno con más de 600 millones de euros de giro). Proclamó, también, que su margen de beneficio era “excelente”.

Energía renovada en Longines tras su 175º aniversario Master Collection Retrograde

El hueco que deja Omega

Contrariamente a lo que sucede con muchas otras marcas, este incremento de potencia no ocurre a costa de un ascenso en el posicionamiento en el mercado. En parte es posible gracias al desplazamiento hacia posiciones superiores de Omega. “Omega abandona paulatinamente el segmento de productos de precios entre 60 y 1500 euros.Ello le permite a Longines la oportunidad de ocupar ese espacio libre,” nos explicó Nick Hayek Jr. ¿Y qué mejor modo de ocupar ese hueco que con relojes deportivos? Walter von Kaenel explicó que Longines tenía todos los legítimos atributos para entrar en el campo de los relojes deportivos.“¿No fue ya en 1878, cuando Longines empezó a estar relacionado con el mundo del deporte al presentar su primer cronógrafo simple dotado del movimiento 20H?” edición de los Juegos Olímpicos de la era moderna. Desde entonces, Longines ha sido protagonista de la historia del cronometraje. La compañía también experimentó la técnica del “corte de hilo” en 1912, en Suiza. En 1952 creó el sistema Autogines, que sincronizaba la toma de tiempos e imágenes, perfeccionándolo en 1960.

Energía renovada en Longines tras su 175º aniversario

Más veloz, más lejos, más alto, más profundo

La relación de Longines con el deporte se centró en especialidades concretas: velocidad (cronometraje de récords de velocidad en el mar y el tierra, con el famoso Bluebird de Donald Campbell y con un acuerdo con Ferrari por el que fue su cronometrador oficial entre 1982 y 1992); aviación (especialmente con Charles Lindbergh en 1927); exploración submarina (con,entre otros,la participación en 1953 en las inmersiones a 3150 metros del batiscafo Trieste, así como la cooperación con el Comandante Cousteau); y las expediciones polares (Byrd y Amundsen). Con esta herencia bien presente, las colecciones de nuevos relojes deportivos se encuadran en grupos temáticos: Faster (más veloz), con los cronógrafos automáticos de la colección Grand Vitesse; Further (más lejos), con los elegantes cronógrafos de las colecciones Admiral y Conquest; Higher (más alto), con los más clásicos relojes dedicados a las hazañas de Lindbergh; y Deeper (más profundo), con las colecciones Hydro Conquest y Legend Diver.

Energía renovada en Longines tras su 175º aniversario Admiral, Grande Vitesse

Ataque Frontal

Esta constatación de la legitimidad de la marca (respaldada por una cascada de acciones de relaciones públicas) en el campo deportivo que, después de las líneas Elegance y Tradition, debería convertirse en la tercera pata de Longines, también es una excusa para el grupo Swatch con el fin de atacar a la competencia dado que, hasta ahora, el Grupo simplemente había evitado incursiones en este campo. Durante su rueda de prensa, Nick Hayek Jr. no intentó disimular sus intenciones sino que admitió francamente que “si el nuevo posicionamiento de Longines en la categoría de relojes deportivos le hacía la vida difícil a TAG Heuer, pues adelante, así sea. Pero no lo hemos hecho para perjudicarles, es una evolución natural de Longines y la respuesta del mercado ha sido excelente”. El esquí, el tenis (donde Longines substituye a Rado),la gimnasia y la equitación son solo algunos de los campos en los que la marca ha estado invirtiendo sus energías, pero aún quieren expandirse a nuevas actividades deportivas. Esto es parte de un ambicioso proyecto que busca el volumen de ventas (Longines seguirá haciendo relojes de cuarzo) sin perder sus señas de identidad.Se resume con el eslogan “No hay rendimiento sin lucimiento”. El potencial de crecimiento parece muy amplio. Longines se vende en 130 países pero aún hay mucho por hacer, especialmente en los EE.UU., Rusia e India, por no hablar de China, la punta de lanza del Grupo Swatch, que proclama tener el 60 por ciento del mercado chino en el que la categoría de relojes deportivos está creciendo rápidamente gracias al tirón de los Juegos Olímpicos.

Un retrógrado para el 175º aniversario Con motivo de esta efeméride, Longines presentó dos piezas singulares. Por un lado el Longines 175 Diamonds, que rememora el aniversario directamente con sus 175 diamantes y un aire retro. Por otro lado, un reloj de la Master Collection bautizado Retrograde, equipado con un nuevo calibre mecánico automático desarrollado por ETA exclusivamente para Longines. Este precioso reloj de acero se encuentra en diámetros 41 mm. y 44 mm., con tres o cuatro funciones retrógradas, dependiendo del modelo: día, fecha, segundo huso y escala 24h.A su buena legibilidad se une una gran calidad de acabados de aspecto clásico, como la esfera de plata con decoración “grain d’orge”. El PVP estará sobre los 3.000 euros.